jueves, 15 de mayo de 2008

La cárcel, los celos y el amor.

Realmente se vive un infierno, en la cárcel, me pasé un mes con la misma ropa, porque nadie de mi familia me visitó, auque dejaba recado con mis familiares mas cercanos, no contestaron; me dejaron encerrado, hasta que se compadeció una hermana que está en México y llegó a visitarme a la cárcel, me regañó mucho y me dijo a ver si así se te quita lo pegalón, no me regañes le dije, ya tengo suficiente en estar encerrado, pues sí pero eso debiste pensar, haber si así dejas de tomar.
Ahora, te lo juro Alejandra estoy arrepentido, quiero cambiar, porque me di cuenta que he hecho de mi vida un desmadre, he desperdiciado mi tiempo, mi dinero, y lo más importante que he perdido a mi familia. Amo a mi esposa y quiero mucho a mis hijos y por ellos soy capaz de todo.
Pienso trabajar mucho para darle a mi familia la estabilidad económica y emocional que se merecen, yo sé que va ha ser muy difícil recuperarla, pero tengo fe en mi y en mi dios se que lo puedo lograr. Ya estoy en grupo de alcohólicos anónimos y voy a unas terapias con una psicóloga, para aprender a manejar los celos. Estoy convencido que si me preparo llegaré a tener buenos resultados.
Cuando escuchaba a mi amigo, en sus ojos se dibujaba una tristeza profunda, me hablaba con sinceridad y tenía muchas ganas de salir adelante, lo felicité y le dije que le echara muchas ganas porque tenía una tarea que cumplir, sobretodo darles la felicidad que merece su familia y por supuesto él.
Nos despendimos afectuosamente y me dijo que le recomendará alguna literatura que hablara del amor de pareja.
Claro le contesté, espero que te sirva, se llama “El Arte de Amar” de Erick Fromm, que lo disfrutes.

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